Entre Miraz y Paderne do Courel
Disfrutando de la nieve y la soledad en este bello rincón de O Courel.
Llegamos de noche a Paderne, hacía frío pero la habitación estaba calentita, y Emna nos preparó una cena de rechupete, nos encendió la chimenea y pasamos una noche estupenda, a la mañana siguiente lloviznaba un poco, pero después de un suculento desayuno con pan, mermelada y bizcocho de nueces (todo casero), salimos con la idea de acercarnos a Vilamor y sus alrededores y comer por allí, pero apenas llegamos a Miraz y la llovizna se transformó en nieve, paramos el coche y paraguas en mano, dejamos que nuestros pasos se perdiesen al resguardo de los castaños, pero en pocos minutos la nevada era tan intensa que la carretera quedó completamente cubierta,
Cambio de planes, volvimos a la casa, y le pedimos a Emna si podía hacernos algo de comer, cualquier cosa, nos encendió la chimenea, nos contó alguna historia, me prestó un libro precioso de poemas Do Courel, "Aldea Viva" escrito por Viente Reboleiro un libro que es un canto de amor lleno de pasión y belleza, un libro en el que, en palabras de su editor Xulio Valcárcel, "estamos ante un canto de la naturaleza donde se escucha la poderosa e inquietante montaña, los valles y barrancos, los caminos y senderos, las fuentes, prados, ríos, puentes, corredoiras, molinos...Un canto que surge de la hierba, de la tierra y se eleva como humo aromático en gravedad atemporal de esta Sierra."
Un precioso libro, para leer al calor del hogar, comimos, tomamos café, seguía nevando, pero decidimos, salir a dar un paseo por los alrededores, pero los copos eran ya agua nieve, ahora mojaban de veras, así que el paseo no fue muy largo pero si lo suficiente como para acercarnos a ver el castaño centenario de Val da Fonte, su tronco hueco puede albergar hasta doce personas.
Muy mojados y con el frío pegado a los huesos volvimos al calor del hogar y a disfrutar de la paz y la tranquilidad de lo que quedaba de día
Un día distinto pero maravilloso.
Llegamos de noche a Paderne, hacía frío pero la habitación estaba calentita, y Emna nos preparó una cena de rechupete, nos encendió la chimenea y pasamos una noche estupenda, a la mañana siguiente lloviznaba un poco, pero después de un suculento desayuno con pan, mermelada y bizcocho de nueces (todo casero), salimos con la idea de acercarnos a Vilamor y sus alrededores y comer por allí, pero apenas llegamos a Miraz y la llovizna se transformó en nieve, paramos el coche y paraguas en mano, dejamos que nuestros pasos se perdiesen al resguardo de los castaños, pero en pocos minutos la nevada era tan intensa que la carretera quedó completamente cubierta,
Cai a neve cai cai
falopiña a falopiña
nin o vento a arremuiña
nin a auga a desfai.
........................................
...........................
Baixa a neve ate os prados...
Uxío Novoneyra
Un precioso libro, para leer al calor del hogar, comimos, tomamos café, seguía nevando, pero decidimos, salir a dar un paseo por los alrededores, pero los copos eran ya agua nieve, ahora mojaban de veras, así que el paseo no fue muy largo pero si lo suficiente como para acercarnos a ver el castaño centenario de Val da Fonte, su tronco hueco puede albergar hasta doce personas.
Muy mojados y con el frío pegado a los huesos volvimos al calor del hogar y a disfrutar de la paz y la tranquilidad de lo que quedaba de día
Un día distinto pero maravilloso.
CASTAÑO CENTENARIO DE VAL DA FONTE
Neva no bico do cume
neva xa pola ladeira
neva no teito e na rira.
...................................
...................................
...................................
Eu a ollar pro lume
i o lume a ollarme.
O lume sin queimarme
fai de min fume...
Uxio Novoneyra
Comentarios
En serio, son preciosas.
Un beso
Besos.
a caron do Sor nasaugas
Seica tivera vostede da cancela
as chaves, bótelle aínda se fora
de esguello unha mirada
pra aboio sacalas :)´
Deica entón
e dezasete mil bon